jueves, 3 de septiembre de 2009

Comentando editorial del DH: Respuestas al caos (Federico Hernandez, 01-09-09)

Es cierto, la extensión del caos y la oportuna respuesta son aspectos básicos para responder exitosamente ante él.

Sin embargo, la oportuna respuesta pende del tiempo en el que se ha desatendido el desorden, vale preguntarnos entonces ¿Cuándo inicia este desorden? Definitivamente hace 3 meses NO, por lo tanto no estamos ante el inicio del mismo. ¿Quién dejó pasar el tiempo y permaneció en la inercia, mientras el caos se desbocaba?

Para dejar atrás el trato superficial a los problemas del país, es necesario preguntarnos ¿Por qué se origina este caos? Este desorden no es coyuntural, es estructural, sistemático y sistémico; es decir, es producto de la histórica oligarquía reaccionaria del país, de la política capitalista neoliberal y de la corrupción que permitió ARENA durante sus años en el gobierno; ahora le toca a este nuevo gobierno enfrentarlo.

(Por cierto, anarquía NO es la ausencia total de orden, por el contrario la anarquía es una ideología política, que busca o buscaba un nuevo orden, pero no a través de un gobierno estatal, pues el medio de éste para mantener el status quo es la coacción; si no, mediante la libertad soberana de los individuos, a través de la cual, puedan llegarse a acuerdos o pactos políticos y sociales entre ellos mismos, sin que exista la presión de un estado coercitivo).

Obviamente nadie quiere ver al país dominado por el miedo y el alboroto. Sin embargo es para la derecha recalcitrante que estos factores se convierten en los medios ideales para regresar al poder ejecutivo, de todos es por demás conocido que si alguien sabe manipular a través del miedo y en complicidad con los medios de comunicación de ultra derecha es ARENA.

¿Reaccionar a tiempo? Ese momento ya pasó.

El problema de las maras es un proceso que se inició y desarrolló durante los 20 años de gobierno de ARENA; ahora bien, hay factores que están íntimamente ligados a esta problemática, son en principio: la desintegración familiar; producto de la alta migración que sufre nuestra sociedad; falta de oportunidades y opciones para la juventud en las áreas laboral, de educación y sana diversión, así como los niveles de extrema pobreza. Todos estos factores de riesgo, que son un subproducto de las políticas capitalistas neoliberales aplicadas en estos años, empujan los niveles de violencia, delincuencia y criminalidad.

Se queja el autor del editorial, que ahora hasta los mareros salen a protestar para exigir mejor trato en las cárceles, lo cual le parece inaudito. Obviamente nunca a conocido las tragedias que ocurren en esos campos de concentración, llamados cárceles, que crearon los ARENEROS, donde, por poner un ejemplo, a una de las familiares de uno de los reclusos le probocaron un aborto cuando en el cateo que les realizan, poniéndola de cuclillas la violaron introduciéndole los dedos en la vagina... provocando el triste final de esa pequeña criatura... ¿tuvo justicia esa madre? No, porque a los ARENEROS nunca les ha interesado ni fortalecer, ni muchos crear un sistema de justicia eficiente y eficaz.

Es interesante que ahora hay incluso movimientos sociales de derecha que están increpando al gobierno para que cedan ante sus exigencias, como MOCILYD, lo cual de por si no es malo, lo criticable es que estos movimientos no están exigiendo que se responda por sus derechos, si no que quieren seguir manteniendo los privilegios que tuvieron durante tantos años, además de contribuir a la política de desestabilización de ARENA.

Ahora el editorialista pide que no permitamos a los funcionarios (de todos los bandos) banalizar la problemática de la seguridad, cuando para su partido, todo el problema de la violencia y la ola criminal que azota al país desde hace más de 3 lustros, se reduce en todas sus expresiones a las maras... ¡por favor! si éstas exigencias las hubiera hecho con anterioridad, entonces tal vez se hubiera respondido prontamente ante el desorden.

Es a ARENA a quien hay que exigirle seriedad, que ceda de una vez para elegir un fiscal independiente, y que asuma su responsabilidad en los actos de corrupción de sus diversos funcionarios comenzando por Saca.

Ojala fuera Cristiani el que se pusiera en huelga un par de días, tal vez así podríamos elegir un Fiscal General para nuestra República.